XIV

“Estaba esperando la catástrofe. Tal es la corrupción de la melancolía profunda que su sensación de desamparo se extiende hasta alcanzar a otros; que imagina fácilmente (y por tanto desea) una calamidad más general. Quería su ración de apocalipsis”

(Susan Sontag, El amante del volcán)

Escribo tu nombre

En 1942 Paul Éluard quiso escribir el nombre Libertad en su poema titulado Liberté. Yo, en cambio, quiero escribir el tuyo.

Sobre mis cuadernos de estudiante,

Sobre las alas de los pájaros,

Sobre la montaña demente,

escribo tu nombre.

Sobre el vapor de la tormenta

Sobre la lluvia insípida y espesa,

Sobre todas las páginas blancas

escribo tu nombre.

Sobre campanas de colores,

Sobre senderos que se desbordan,

por encima del silencio,

escribo tu nombre.

Sobre la ausencia sin deseo

Sobre la soledad desnuda,

Sobre mis refugios destruidos,

Sobre los muros de mi aburrimiento,

Escribo tu nombre.

XII

“Otro aspecto. Único por ahora: lo que ha sucedido una vez, puede volver a suceder. Ya verás. Sólo hay que esperar. Para asegurarte, tendrás que esperar mucho tiempo. Volvemos. Volvemos”

(El amante del volcán, Susan Sontag)

Entrevista imaginada sobre El señor presidente

En estos tiempos en  que  lo “auto” parece estar de moda, como es el caso de la (auto)ayuda, presento esta (auto)entrevista en la que busco explorar, la que se dice es la obra cumbre de Miguel Ángel Asturias.

Arc: El señor presidente ha sido considerada por varios críticos literarios una de las obras cumbres de la narrativa latinoamericana ¿A qué le atribuiría esta valoración?

Desde el inicio la superioridad de la obra frente a otras es evidente, pues en ella no sobresale un único elemento.  Se caracteriza, en cambio, por reunir varios componentes que resultan atractivos para el lector. Entre ellos se cuentan los siguientes:

a. Componente Protesta / Denuncia

La novela sirve esta función debido a que la historia que narra toma como referente la dictadura de Manuel Estrada Cabrera que tuvo lugar en Guatemala a comienzos de siglo XX.

b. Componente Regionalista

Es una novela de carácter regionalista en la que se evocan las raíces y cultura guatemaltecas y latinoamericanas.

c. Componente técnico

Es una novela en la que el autor se vale de técnicas que pertenecen al surrealismo y al realismo mágico, mediante las cuales se recrea un universo que trasciende los planos de la realidad sin apaciguar, paradójicamente, ese aire de verosimilitud que está presente en toda la obra.

d. Componente lingüístico

Es una novela que se beneficia del empleo de una prosa innovadora, la “prosa poética o lírica.

e. Componente estilístico

Es una novela donde destaca la descripción minuciosa y precisa.

Cabe resaltar que son los componentes estilístico y lingüístico los que en la obra se manifiestan con mayor fuerza y potencian de manera singular el contenido de la novela. De hecho, en mi caso particular, al iniciar la lectura, fue el lenguaje lo que me impactó, de entrada, y me atrevo a decir que este sería uno de los componentes que, hoy por hoy, le dan validez y permiten proponerla como un clásico de la literatura.

Arc: ¿Cree que el componente lingüístico podría valorizar de la misma manera una obra contemporánea como, según afirma, sucede en El señor presidente?

En este momento en el que la literatura contemporánea se vuelca hacia la consolidación de una tendencia que le da prioridad, ya sea al tema tratado o a la estructura que la conforma, inclinación por lo temático y lo estructural, no considero que el componente lingüístico funcionaría en la narrativa actual de la misma manera como lo hace en El señor presidente.

Arc: ¿Evoca El Señor Presidente la Guatemala que se vio sometida a la dictadura?

Sí. De hecho se dice que la novela da cuenta de la dictadura de Estrada Cabrera que tuvo lugar entre los años 1898 y 1920, bajo la cual el pueblo guatemalteco vivió periodos de opresión. Es con El Señor Presidente que Asturias exterioriza los sentimientos, recuerdos e  impresiones de este gobierno que marcó su infancia y adolescencia.

Por otro lado, una característica de la novela es abstenerse a nombrar o delimitar el lugar en el que se desarrolla la trama, a lo que se debe que exista también la versión de que Asturias pensó en hacer esta omisión para que así su novela narrara una historia que se acogiera a cualquiera de los países latinoamericanos que vivieron dictaduras y fueron gobernados por tiranos como el egregio Señor Presidente.

Arc: ¿Y sobre la trama de la obra qué puede decirnos?

Nada en particular. Simplemente es la historia que narra las injusticias de un régimen autoritario bajo el cual son gobernados tanto inocentes como cómplices. A la cabeza de la dictadura está el Señor Presidente, hombre temible, que se apoya en un grupo de íntimos, cuya labor es armar un cuerpo de protección y resguardo al gobierno, ya sea a través del soborno o de mecanismos represivos.

Por lo demás, son abundantes en la trama las historias paralelas; cada una con un nivel de dramatismo diferente y protagonistas diversos, que en algún punto de la historia se relacionan entre sí. Una de estas pequeñas historias es, por ejemplo, la de Genaro Rodas. Rodas fue sentenciado a ocho años de cárcel por haber sido testigo de la muerte de un mendigo. Sin embargo, el Presidente resuelve exonerarlo de su cargo a cambio de una misión que le encomienda.

Por otro lado, está la historia del General Eusebio Canales, a quien el presidente decide culpar del asesinato del coronel José Parrales Sonriente. El Presidente, sin embargo, no detiene a Canales inmediatamente después del asesinato porque necesita pruebas que inculpen al General, así deba inventarlas. Para ello, idea todo un plan en el que algunos testigos del asesinato son forzados a declarar en contra de Canales. Además, logra que al General  se le dé aviso de su pronta detención, con el fin de que éste, al sentirse acorralado, decida huir sin sospechar que los hombres del Presidente van a estar esperándolo para arrestarlo y así poder alegar que si el General huía era porque se sabía culpable.

Finalmente, encontramos la historia de Camila Canales y Miguel Cara de Ángel, la historia que mayor desarrollo tiene en la obra porque no sólo es una historia de amor, sino también, de traición. Resulta que Miguel Cara de Ángel, “el favorito”, era uno de los íntimos colaboradores del presidente. Fue, por consiguiente, ese vínculo de respeto y afecto existente entre ellos lo que le hizo pensar al presidente que Miguel era el indicado para ayudarle a hundir a Canales. El encargo consistía en hacerle saber a Canales, el General, que sería arrestado por el asesinato del Coronel Parrales. Además de la advertencia, Miguel debía incitar la fuga del General.

El caso es que Miguel conoce a la hija del General, Camila, quien le atrae enormemente. Entonces, movido por este sentimiento, decide ayudar al General para que pueda huir sin ser arrestado. “Rapta” a Camila para desviar la atención de los hombres del Presidente, permitiendo que Canales logre escapar. Dado que para Miguel el rapto de Camila era una estrategia para que el General escapara, decide llevarla después del incidente a casa de sus tíos, quienes la rechazan por ser su padre enemigo del Presidente. Camila, consciente de su orfandad y desamparo, cae enferma. Cara de Ángel, entonces, se hace cargo de ella. La traslada a una fonda, donde la dueña promete cuidarla.

Sin embargo, después de un tiempo, Camila no muestra  señales de mejoría y ante la imposibilidad de la medicina para curarla un vecino sugiere que sólo el amor la salvará y que por ello Cara de Ángel debía casarse con la señorita. Para el vecino todas las atenciones de Cara de Ángel, desvelos y cuidados a la enferma eran una muestra de verdadero amor. ¿Y qué creen?  Miguel accede al matrimonio. Camila, por su parte, enferma como estaba, no se entera del matrimonio.

Lo que Miguel nunca supo era que el Señor Presidente había estado vigilando cada una de sus acciones. Para el egregio presidente el matrimonio entre su “favorito” y la hija de su enemigo era una traición.

Ahora bien, para que sepan cómo acaba esta historia los invito a leer la novela.

Arc: ¿Por qué considera que son el lenguaje y el estilo de Asturias lo que hacen de El señor presidente un clásico de la literatura latinoamericana?

Al iniciar la lectura de la novela, más o menos hacia la página 30, me detuve un momento para reflexionar sobre el lenguaje que en ésta se empleaba. Sabía que no era un lenguaje común, pues había algo en él que llamaba mi atención y que me hizo predecir que ocuparía un lugar muy importante entre los elementos que hacen del Señor Presidente una obra maestra. Desde ese momento decidí que mi tema de búsqueda a lo largo del relato sería el lenguaje.

Se trata de un lenguaje lírico que se expresa mediante una variedad de recursos poéticos. Por un lado, es un lenguaje excesivo que logra hacer que el discurso de la obra oscile entre lo crudo y lo absurdo. Por otro lado, es un lenguaje de amplios contrastes, que resulta altamente descriptivo; es decir, se trata de un lenguaje reiterativo y detallado que, debido a su minuciosa exactitud, transporta al lector al espacio de la narración. Esto, en la medida en que Asturias hace una elección cuidadosa de palabras y adjetivos, que aportan a la construcción de atmósferas mortuorias y macabras, melancólicas y dramáticas, de suspenso y euforia, de alegría y exaltación, entre otras. Lo segundo tiene relación con el empleo de frases secas y cortantes, cuya función es generar una imagen a la vez estática y viva, que perdura en la mente del lector.

El lenguaje del Señor Presidente, además, es generador de emociones y sentimientos, pues logra transmitir en la medida en que el autor sabe darle a la narración el ritmo que requiere cada acontecimiento. Las diferentes funciones que cumple el lenguaje en la novela son muestra de innovación, así como del carácter experimental y la osadía del autor, a lo que debe sumársele, de la ruptura con lo tradicional que, en definitiva, marcan la autenticidad y la versatilidad de la narrativa asturiana. Es decir, se trata de un lenguaje que no conoce límites, lo que supone una revolución de tipo lingüística: este se pone a disposición del relato, le sirve. Es un lenguaje que, como si de arcilla se tratase, Asturias moldea poco a poco, trabaja con cuidado y minucia. Vocación de artesano, de artesano del lenguaje.

De modo que recomiendo la lectura de esta novela. Si bien me resultó atractiva por el uso que en ella encontré del lenguaje, ello no significa, futuro lector, que usted pueda encontrar razones diferentes para apreciarla y contarla como un clásico de la literatura latinoamericana.